¿QUIÉN ES TU TORNADO?
De lágrimas el camino es cuando la misión es descubierta por el ser interno que yace en la oscura niebla de la ignorancia, ignorar el trayecto que claro está definido por la templanza del alma, sin embargo, escondidos se encuentran en los recuerdos más profundos aquellas imágenes que como tormentas proclamaron la fuerza invencible ante el ruido de lo que es imposible ver.
Pero, de pronto,
ese momento te devela la soledad que ha acompañado cada paso para por fin tener
en tus manos esa luciérnaga que se abre paso en la oscuridad del inconsciente.
Todo es parte del escenario, todo hace parte del camino, todo, cada vivencia,
cada momento, cada dolor sin entendimiento hace parte de lo que finalmente has
tratado de concebir y estructurar en tu mente, tu creación es el resultado de
unir los puntos en la red invisible de tu vida.
Siempre existe un
tifón que remueve las aguas turbias del dolor que sirvió de faro para dar cada
paso hacia adelante con la única esperanza de llegar a un lugar que ya conoces
y que has olvidado, el impulso vino de aquel encuentro desafortunado que dibujó
en tu piel una cicatriz que día a día te hace recordar que tu destino es dar
luz a las tinieblas que impulsaron tus huellas al andar.
Siempre hay un
tornado, ni los fuertes vientos, ni las tormentas, ni los ciclones, ni las
ventiscas, ni las indolentes nevadas, siempre fue un gran tornado el que marcó
el camino para llegar de nuevo a casa, al lugar donde nació la primavera de tu
alma, el lugar donde comenzó la historia de tu vida, la historia real de tu
existencia.
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